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domingo, 10 de julio de 2016

Famosas donas Catamundi.

Ni muy muy, ni tan tan.



Asentado en Polanco, el restaurante Catamundi es uno de muchos que se encuentran en una de las mayores zonas turisticas de la Ciudad de México. ¿Qué es lo que lo hace diferente de tantos otros lugares? Sus donas.

No ha pasado mucho tiempo desde que cientos de revistas nacionales hablaban de las famosas donas con sabores "diferentes",  la insignia de su casa son las donas con cubierta de mapple y tocino, pero dependiendo la temporada se pueden encontrar donas de rosca de reyes, dona de pan de muerto, etc.  

Al llegar al lugar un agradable restaurante te da la bienvenida, con meseros atentos; sin embargo las donas no se encuentran en el menú.  Uno tiene que entrar a la tienda para seleccionar cual comerá o degustará, pagar y salir para sentarse en una de sus mesas, cosa que es un poco molesta ya que en otros lugares uno puede ordenar desde la comodidad de una mesa y seamos honestos, uno va a este tipo de lugares a pagar por el servilismo, no tanto por la comida.

Es un lugar sin planificación.  Los menús son toscos y fragmentados, al llegar lo reciben con una tabla de madera con una hoja que viene sujeta con clips, supongo que para dar una imagen DIY, pero fueron mal planeados, pues si uno quiere ver las bebidas que manejan tendrá que pedir el menú de bebidas.

No solo cuentan con donas, sino con otra variedad de repostería y panadería que va desde sus muy famosas donas, pasando por croissants cubiertos de ganache de chocolate, rollos de canela con chispas de chocolate y hasta galletas rústicas y chocolates artesanales.  Para esta entrada pedí su famosa dona de mapple con tocino, una dona "créme brûlée",  un croissants con cubierta de chocolate y un rollo de canela; y si se preguntan si me quede con hambre la respuesta es sí.

La primera en la lista fue una decepción, la cobertura de mapple sabía más a azúcar glass y apocaba el sabor a tocino, lo cual fue lamentable ya que la combinación de tocino con el pan era maravillosa.  Para mi sorpresa la dona "créme brûlée" fue el mejor de los panes que ordenamos.  Su cubierta de azúcar quemada le daba una textura celestial que combinada con su relleno y con la frambuesa que resalta aún más los sabores. 

El croissant, no tan valorado por los comensales queda perfecto para las mañanas en las que la ciudad amanece lloviendo y un cafe te acompaña de camino al trabajo; en cambio el rollo de canela es esponjoso pero seco y promete en vano chispas de chocolate que no contiene. 

El costo no es nada elevado comparado con una dona comercial de las grandes cadenas que existen alrededor del país. El ambiente en el lugar merece un ocho de calificación, el servicio un nueve y la panadería probada un siete, supongo que es más la fama del lugar que el verdadero sabor de las donas.

Si ustedes han probado estas donas, comenten que les pareció y en caso de saber de otras mejores compartan el dato.   Excelente inicio de semana.

3 comentarios:

la MaLquEridA dijo...

Con estas donas me pasaría como con los tamales: para mi nadamás existen los de chile y de dulce, de otros sabores no me atrevo a probarlos.


Saludo con dona de moka

CarlosMxAx dijo...

mmmm no soy muy de donas, eso que cada vez que viajo en avión, aprovecho en el aeropuerto pasar a comer unas donas en la cadena donkin donuts
pero si me invitas una pizza la cosa cambia, incluso hasta tengo una escala de tipos y sabores de pizza, a su vez las que preparo quedan muy buenas

saludos!

icHiGo. perO no sOy friKi dijo...

CarlosMxAx yo recurrí a estas donas porque aquí se hizo súper popular, muchas revistas hablaban de ellas y tuve la oportunidad de conocer a uno de los chefs antes que probar sus delicias.


Yo me aviento a lo que se me acerque, si son cosas dulces mucho mejor.




Saludos!!!!